REFLEXIONES URBANAS

A propósito de la feria que se aproxima, la “expo feria” como le llamarán este año, me queda claro que con eso de que al actual gobierno estatal le dio por regresar hacer las cosas como en antaño, pos hasta el nombre de las primeras ferias “revivieron”, no me extrañaría que el próximo año, “palomita buena onda” anuncie la feria como la “expo-tab 2008”, en fin que no era del nombre de la feria de lo que quería hablarles, pero bueno, me agarraron encarrerado.

En fin, la intención es comentarles sobre una anécdota que ocurrió con la embajadora de Centla en la presentación a los medios de comunición, ya que durante su intervención ella habló de la reserva de la biósfera, sólo que dijó la “bios-fera”, y según ella muchos lo tomaron por un error de ella, no obstante “aclaró” que es un error decir biósfera siendo “lo correcto” biosfera.

Para buena suerte de todos, no tardó en aparecer un tabasqueño conocedor de las letras (no un burro como yo), que le aclaró (ahora si) a la “culta” chica que los dos términos eran correctos.

El que si de plano no tuvo máuser, fue el presentador oficial de las 18 candidatas a obtener la flor del coco en la feria de Paraíso, ya que al término de su presentación, el fulano aseguro que “esas habían sido las participantes” (algo así como 18 en femenino, porque eran puras mujeres), juro que así lo dijo, además no fui el único representante de medios que estuvo en el lugar, ellos podrían desmentirme.

No obstante, el mismo presentador afeminado, minutos antes, al mencionar el poblado que representaba una de las participantes, gritó seguro: “¡Nicólas Bravo!”, revelándose quizá el demonio que lleva dentro, ya que los de su tipo, suelen cambiarse el nombre, de Juan a Joanna, Iván por Ivana, Carlos por karla y Nicolás por Nicol o Nicóla. ¡¡¡Chale que oso!!!!, ahora entiendo porque mi compañero fotógrafo Javier Chávez le llevaba coco hasta donde se encontraba el presentador, y en una de esas le dijo amablemente: “si quieres le digo al señor que te saque la carne”, aunque en aquel primer momento yo supuse que le hablaba de la carne del coco.

Bueno, ahora si en serio, quiero comentarles del trato desventajoso que reciben los productos tabasqueños en las cadenas de supermercados establecidas en la entidad. Como es sabido el gobierno estatal a realizado convenios especiales con estas tiendas para que le den espacios en sus anaqueles a los productos tabasqueños (http://www.tabascomarket.com.mx/TabascoMarket/), y aun cuando han aceptado “de buena gana”, deberían ver los espacios que les asignan, en el caso de Chedraui, los productos tabasqueños, están tienen asignado un “espacio especial” en el peor rincón, donde nadie los ve.

Les invitó a que lo constaten por su propia cuenta, incluso, déjenme decirles que no se trata únicamente de artículos de los pequeños productores, porque si se toman la molestia de ir al departamento de carnes, chequen el espacio asignado a las arracheras, y busquen al fondo de los paquetes de arracheras procedentes del norte del país, y seguro encontrarán escondida en el fondo, las arracheras de la marca tabasqueña Unión (de la poderosísima UGR de Tabasco), que si ustedes la comparan en calidad y costo, no le pide nada a las norteñas y es mucho más barata.

Busquen el Vino generoso tipo oporto de don Raciel Marroquin, o el Vinos espumosos de

Maracuyá de Molinari, propiedad de mi amiga la ingeniero Natty Reyes en fin, si lo encuentran en su lugar, prometo que me vuelvo presentador de eventos de belleza en Paraíso.

Incluso, me quedé reflexionando un rato, si eso pasa aquí mismo en el estado, como nos irá en las sucursales de estas cadenas comerciales en los otros estados de la república, donde también se han comprometido a “comercializar” nuestros productos. En fin, ahí les encargo los productos de nuestro estado, la próxima vez que vayan al super, especialmente ese maracuyá de Natty sabe delicioso con jugo de naranja.

Ya que estamos con los supermercados, ¿cómo ven ustedes lo del redondeo en las cajas registradoras?

En lo personal desde hace mucho que desconfío de esta forma “honesta” de robar que utilizan los supermercados, pero no tenía yo una explicación convincente para mi mismo, sin embargo, hace algunos días mi buen amigo, el profesor Arturo Landero, me envió un correo donde me explicaba a detalle este “generosidad ficticia” como yo le llamo, con la que se conducen estoy mercaderes de nuestras buenas intenciones.

Resulta que cuando vamos a comprar antes de darnos el cambios nos preguntan que si queremos “redondear” las fracciones del cambio y a veces hasta los pesos, y te indican en el recibo de la caja registradora a nombre de que institución de beneficencia va la “donación”.

Explica entonces, que legalmente todas las donaciones son deducibles de impuesto, siempre y cuando tengamos el comprobante, pero obviamente nosotros nunca tenemos comprobante de ello.

No obstante de todas esas mini-donaciones los supermercados hacen una entrega (si es que la hacen) de donativos millonarios a instituciones de beneficencia, con la consecuente deducción de impuesto, no para todos los que lo generamos sino para generoso supermercado. No, pos como dijo mi querida amiga la Chabela Palma viuda de Correa ¡más perros que rintintín!.

En fin señores, ahí les dejo para que lo reflexionen, y mejor pidan lo del redondeo y dénselo al cerillito “viejito” que nos llena la bolsa de compras, él lo necesita más.